Detrás de este jarrón hay una historia personal muy especial del artista. Es la primera pieza que el artista ha horneado en compañía de su compañera Claudia. Durante la decoración, Claudia quedó extasiada por el efecto del humo de la viruta. Este jarrón no tiene la boca perfectamente redonda, esto se debe a que en la fase del torneado, el artista quiso aplanarlo en los bordes dándole esta forma peculiar. En la decoración, el craquelado se formó solo en un lado, dejando la otra parte del jarrón más vacía.