Es un plato de grandes dimensiones. Para este jarrón, el artista decidió utilizar solo algunas pestañas de silicato de sodio, de manera que dejara un ligero efecto "rizado" en el exterior del jarrón. Este efecto, durante la decoración, adquirió dos colores distintos, uno más claro y otro más oscuro. El interior de esta pieza de arte es único en su género; la intención era crear algo similar al iris humano. Es una pieza luminosa que, expuesta a la luz, muestra todo su esplendor.